El otoño puede llegar, pero no a mi alma. Cierro sus puertas para que no pueda escapar el cariño, la ilusión, las ganas de vivir. Quiero luchar para que las hojas no empiecen a caer, la poesía no me abandone y siempre tenga que decir... Cierro mi alma y la vuelvo a abrir llena de esperanzas, de ilusión, de sentimientos. Donde la soledad y desilusión no puedan entrar...
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